lunes, 28 de julio de 2008

PROYECTO CURRICULAR: Educación en Valores


Para Fe y Alegría 17 no es posible concebir una educación integral pensando sólo en el desarrollo intelectual o cognitivo y físico de la persona. Educar en valores es fundamental. El desarrollo de la conciencia moral, el discernir y optar por una escala de valores es el norte para la toma de decisiones, para la crítica y la autocrítica, la formación de actitudes positivas frente al estudio, el trabajo, las relaciones humanas; el desarrollo de hábitos, de la voluntad, la autodisciplina y autocontrol, son elementos esenciales de la formación personal y en consecuencia indispensables en el currículo

No es posible pensar en la transformación de la realidad si no se tiene conciencia de ella y de porque es necesario cambiarla. En Fe y Alegría 17 no creemos en el adoctrinamiento ni en la manipulación, por el contrario buscamos una educación liberadora de todos estos mecanismo. Esperamos que la opción por involucrarse en el proceso de cambios sea fruto de una decisión personal, libre y responsable de cada uno de sus integrantes; la que sólo será posible en la medida en que hayamos podido formar capacidad de análisis, interpretación y valoración a la luz de criterios que ayuden a distinguir lo que es bueno para uno y para los demás.

Mas que limitarnos a transmitir valores, a Fe y Alegría 17 le interesa propiciar que los miembros de sus comunidad educativa opte voluntariamente por ellos; que desarrollen actitudes de adhesión, nacidas de una profunda reflexión y sensibilidad personal, ya que ésta es la única garantía de que su actuar será consecuente y coherente, más allá de los muros y los tiempos de la escuela.

Formar en valores significa:
Ayudar a los alumnos a descubrir las motivaciones que llevan a elegir y tomar alternativas. Captar y entender los intereses que se mueven detrás de las decisiones y de las conductas.
Dar a conocer valores y principios universales, reconocidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos como los expresados en la carta Democrática Interamericana. Ejercer, difundir y propiciar su práctica.
Orientar a los alumnos para que estén en capacidad de identificar y optar por aquellos principios que se constituyen en normas de vida y hacen posible el crecimiento personal y la convivencia en armonía con los demás.
Fortalecer el desarrollo de hábitos y de la voluntad.
Aceptar y enseñar a los alumnos a asumir los errores como forma de seguir aprendiendo y no sentirlos como un fracaso.
Conciencia y responsabilidad de nuestros educadores de su rol de referentes para los alumnos, lo que les exige reflexión y esfuerzo permanente par alcanzar un nivel superior de conducta moral, como garantía para promoverla en los alumnos.

Para educar en valores en fe y Alegría 17 es necesario.

Establecer relaciones horizontales y de confianza mutua, para dar lugar al diálogo abierto y franco, al intercambio respetuoso de opiniones y puntos de vista diversos.
Aprovechar o generar situaciones de discusión controversial que permitan a los alumnos optar entre alternativas y dar lugar al proceso de clarificación de valores.
Estimular el desarrollo de la capacidad empática (ponerse en el lugar del otro) para “ver” desde un punto de vista diferente al propio y asumir una perspectiva social que permita comprender lo que es el bien común.
Estimular la capacidad reflexiva sobre las emociones y aprender a manejarlas.
Poner esmerada atención a la adquisición y fortalecimiento de hábitos, ejercicio del autocontrol y desarrollo de la voluntad, dándole un lugar central en el proceso de formación y no como algo complementario.
Formular Contenidos Transversales y darles un tratamiento integral en el proceso educativo, para fortalecer y/o abrir espacios de análisis de la realidad y dar lugar a la participación organizada (consejo estudiantil, brigada de Defensa Civil, delegados, comisiones, clubes, etc.) en la solución y respuesta a problemas evidenciados, reflejando y afirmando los valores asumidos.
En nuestra Institución desarrollamos para lograrlo una línea de acción Pastoral, cuya función primordial es orientar y velar para que las acciones educativas, la relaciones humanas y las expresiones de compromiso personal y comunitario desarrollen y reflejen el marco axiológico asumido en el Proyecto educativo.
La pastoral atraviesa e ilumina a toda la vida institucional, ya que no se limita a una acción al servicio de la educación y vivencia de la fe y de la formación religiosa, sino que se preocupa porque la visión cristiana y humanística del hombre y de la sociedad este presente en la organización, en el currículo y en todas las manifestaciones de la vida de la Comunidad Educativa.

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