EDUCACION PARA EL TRABAJO

Las dificultades de la Educación en y para el trabajo
En fe y Alegría 17 se ha iniciado una experiencia que a todas luces es importante y sumamente complicada, por varias razones: la primera la articulación de los contenidos teóricos con sus aplicaciones prácticas, el segundo la comprobación de la experiencia práctica (comprobación empírica) del saber científico de los maestros en el desarrollo curricular y un tercer “problema” es la capacidad de liderazgo y la iniciativa de los maestros para encarar un proceso productivo.

Considero que en estos últimos tiempos, nos encontramos entrampados en como salir del único material “concreto” las fichas, para pasar al uso real de material didáctico como instrumento de un verdadero aprendizaje, muchos maestros estamos acostumbrados a nuestras fichas, un estilo: de tiza y pizarra, unos cuantos ejercicios y comprobación de conocimientos en base a una forma de repetición de información transmitida en las fichas, libros y en forma oral de los maestros.

En manos productivas, estamos todos sin excepción comprobando de la necesidad de mirar mas allá de lo estrictamente conceptual, si es que queremos jactarnos de dirigir procesos de formación de habilidades, creo que observamos con cierta reticencia nuestro propio actuar como maestros y es nítidamente evidente que la estrategia resolutiva de problemas matemáticos por ejemplo en la realidad nos complica la vida pues muchos de los productos, maquinarias, herramientas, materiales y diseños constructivos no se encuentran como parte de nuestro software, hablo de los maestros; los procedimientos en la formación de valores dentro del aula no encuentran asidero inmediato a comprobar que la falta de empatía de los maestros con los alumnos y de los alumnos con sus maestros, se nota el individualismo, la presión o condicionamiento para hacer algo, etc. Esto no significa que no haya indicios o excepciones de voluntarismo, de compromiso y creo por necesidad de diferente índole en torno a los “equipus productivos”
Nos queda una tarea, a nivel de Manos productivas, como creo que a toda la Institución la de sistematizar la experiencia y replicarlo, porque solo estamos concluyendo la primera etapa, visionar con claridad y asumir con coherencia lo que tenemos como fundamento pedagógico e institucional.
Antonio Cerna Reyes